No a todas las personas se interesan por entrar un museo, así que el artista Julien de Casablanca decidió sacarlo a la calle. Con su Outing Project, fotografía cuadros y luego pega impresiones en la calle, mezclándola con el arte callejero y creando una composición con lo mejor de ambos mundos.

Este proyecto se extiende alrededor del mundo. Ciudades como Nueva York, Londres o París exhiben estos cuadros urbanos, al igual que otras como Hanoi, Varsovia o Goa.

La inspiración de Casablanca para hacer este proyecto vino de una visita al Museo Louvre. “Vi un cuadro con una mujer joven que estaba olvidado en una esquina” cuenta el artista “Y tuve un impulso de ‘Príncipe encantado’ y quise sacarla de este castillo y darle nueva vida”.

Este proyecto es participativo. Julian de Casablanca incentiva a la gente a que haga fotografías de cuadros y los lleven a la calle, para que el arte sea parte de la vida cotidiana de la gente.

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