Internet fue concebida como una forma de intercambiar información, lejos ha quedado ese objetivo primordial, que ahora pasa a ser complementario. Hoy en día, de la gran cantidad de cosas que impulsan a las personas a navegar por la web, la pornografía quizás sea la más importante de todas. Si sumanos eso al deseo de mostrarse que tienen algunas personas, es una combinación cuyos resultados ya podemos imaginar.
Millones de fotos eróticas y pornográficas circulan todos los días a través del Internet. Mujeres mostrando sus atributos frente a la cámara, algunas de ellas con vestidos entallados, las van desde ligeras de ropa a totalmente desnudas.
Razones para exhibir su cuerpo hay infinitas, algunas lo hacen para “socializar”, otras porque les gusta llamar la atención, o quizás como un presente para sus novios o compañeros. Pero poco importa el porqué.
Hay una tendencia en la red que toma algunas esas fotos y las convierte en fuente de morbo, discriminación, odio y más que nada violencia: #Pobrezafilia
#Pobrezafilia: pobreza y sexualidad.
El hastag #Pobrezafilia reune miles de fotos de jóvenes (principalmente mujeres, aunque también se pueden ver algunos varones), mostrándose de forma sexual y provocadora. Pero sus cuerpos no son lo más importante, sino la escenografía que puede verse detrás, una realidad que muchas personas viven a diario: pobreza, casas pequeñas y humildes, techos de chapa, paredes sin pintura ni revoque, muebles viejos y desvencijados.
No cualquier foto se convierte en #Pobrezafilia, hay algunos detalles, “leyes no escritas” que harán que una publicación atraiga más la atención: mostrar ropa que no sea de marca o camisetas de fútbol, alguna imagen de la Virgen o los santos, paredes con ladrillos expuestos, camas con el colchón descubierto, juguetes de peluche viejos, etc.Quitando lo que nos pueda llegar a decir el nombre pobreza + filia (“amor por”), la tendencia va más allá del erotismo que despiertan las jóvenes humildes. Según la psicóloga Cindy Gabriela Flores, quién habló con Vice, #pobrezafilia “es más una fobia hacia las expresiones eróticas de las clases socio-económicas menos favorecidas, pese a que usan el prefijo filia, que hace referencia al amor o simpatía, pues los comentarios reflejan agresión y sarcasmo”
También tocó el tema de la discriminación: “Creo que, más que fetichismo por la pobreza, podría reflejar un juego de poder y quizá cierto sadismo, pues se trata de un tema donde quienes critican, lo hacen asumiendo que se encuentran en una clase socioeconómica con mayores recursos económicos que quienes aparecen en las fotografías”.
La Dra. Alethia Fernández de la Reguera, profesora de estudios de género en la Universidad Nacional Autónoma de México, fue un poco más allá y dijo a The Morning News: “#Pobrezafilia es un ejemplo del dominante versus el dominado. Es naturalizar la violencia en contra de las mujeres”Hace un año que existe esta tendencia en las redes, y más que ir disminuyendo con el tiempo se ha mantenido bastante bien. Incluso se han multiplicado los Hastag que se suman a pobrezafilia: #Putipobres, #TanRicaYTanPobre, #MissEria.
Hay que aclarar que la mayoría de las fotos que salen en esos hastag, han sido compartidas sin el consentimiento de los que aparecen en ellas. Quienes las comparten se esconden bajo el anonimato que el Internet posibilita. A eso se reducen los “Putipobres”: un cruel anonimato que facilita imponer, la discriminación, la falsa sensación de superioridad, y lo peor: naturaliza la pobreza y el odio hacia las mujeres.Vía: vice, periometro, themorningnews.
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