Llegó mitad de año, con el invierno totalmente sobre nosotros. Y cosas que en marzo te bancabas sin problemas, ahora te llevan al borde de la locura. Es claramente un momento para descansar y recargar energías para lo que resta del año (porque aunque fantasees con eso, la verdad es que no, no podés asesinar al desubicado del laburo que se comió el yogur que habías dejado en la heladera).
Tal vez podés escaparte unos días y desconectarte totalmente en un lugar nuevo. Tal vez te vas a quedar y con tal de huir del frío externo y de las hordas de niños en vacaciones, estás pensando en equipar tu casa de comida y entretenimiento suficiente como para una apocalipsis zombie e hibernar por unos gloriosos días.
Sea cualquiera de las dos opciones, acá te hacemos el análisis comparativo.
Cuando viajás, te pasás toda la semana anterior pensando en qué valija te conviene llevar
La chiquita siempre es demasiado chiquita, la grande es siempre demasiado grande… Te pensás que si ves uno de esos tutoriales de YouTube vas a poder meter todo lo necesario en una mochila, pero lo que parece tan fácil para ese galán australiano trotamundos para vos es misión imposible.
Cuando te quedás, te pasás toda la semana anterior decidiendo cosas como qué juegos comprar para tu nueva PS4
Te metés en sitios gamers, lees reviews de las novedades…Pero siempre terminás eligiendo las nuevas versiones de esos que ya amás.
Cuando viajás, te preparás mejorando tu look
Y, admitilo: pensando qué se va a ver mejor en las fotos increíbles que vas a subir a Instagram.
Cuando te vas a quedar, te preparás comprando mantas que combinen con el sillón
Para mirar Netflix tapado hasta el cuello, sacando la mano de vez en cuando solamente para agarrar los [inserte su comida chatarra de preferencia aquí].
Cuando viajás, llevás una buena cámara para no dejar de disparar a paisajes y momentos
Y tratás de disimular que tenés una cámara demasiado buena para tus habilidades, buscando tutoriales en Pinterest y Taringa. No te preocupes, no le vamos a decir a nadie.
Cuando te quedás, mantenés tu teléfono cerquita para sacarte selfies sol@, con tus amig@s, con tu mascota…
Y para tuitear sobre la serie que estás mirando, obvio.
Cuando viajás, querés tener un sistema de audio increíble para escuchar tus canciones favoritas en la ruta
“Bruta, ciega, sordomuda, torpe, traste y testaruda…”
*Pretende que sólo se sabe la letra porque su prima la escuchaba todo el tiempo*
Cuando te quedás, querés tener un equipo de audio igual de increíble para escuchar tu música mientras te acurrucás en el sillón a leer un libro
Aunque, digamos la verdad, probablemente lo uses para cantar canciones de Bohemian Rhapsody en ropa interior y bailar al ritmo de alguna banda vergonzosa de los noventa. Está bien, todos lo hacemos.
Cuando viajás, podés capturar todas tus aventuras en una GoPro
Sí, la frase “capturar todas tus aventuras” también puede incluir usar el palito de selfies para documentar desde un ángulo apropiado el festín de comida que estás disfrutando.
Cuando te quedás, no hay mejor aventura que hacer maratón de películas en una tele enorme
Hacer un cine en tu propia casa es la mejor forma de evitar salas enormes llenas de niños sobre-excitados y padres estresados.
Y una perfecta excusa para invitar a esa persona con la que te venís histeriqueando por Whatsapp hace semanas a “mirar una película”.
Cuando viajás, invertís en ropa abrigada
Y siempre te enfrentás a la angustiante búsqueda para encontrar algo que sea calentito pero no te haga parecer una bolsa de papas sin forma.
Cuando te quedás, invertís en la mejor calefacción, para poder disfrutar de estar adentro sin parecer un esquimal
Y, de paso, pasear por tu casa en ropa interior y pantuflas TODO EL DÍA. Porque admitámoslo: es probablemente una de las mejores cosas de la vida.
Cuando viajás, probás comida nueva en restaurantes divinos
E Instagraméas cada plato con más atención al detalle que Mario Testino.
Cuando te quedás, te dedicas a experimentar delicias en la cocina vos mism@
Dato útil: para auxilio en caso de incendios y otras emergencias, marcá el 100.
Cuando viajás, a veces tenés la suerte de vivir un amor de vacaciones
Que AirBag no haya escrito una canción sobre el amor de invierno, no quiere decir que no exista.
Cuando te quedás, desarrollás una relación amorosa con tu sillón
O, si te funcionó la técnica de “ver una peli en tu casa”, una relación amorosa EN tu sillón. Guiño guiño.
¿Qué te parece?